"Lo malo de la gran familia humana es que todos quieren ser el padre" (Mafalda)

lunes, 31 de enero de 2011

ODALISCA EN MOTO EMBALSAMADA



Autor: Letra A
Mayores de 16 años

Salí de madrugada, ciego de viento y asfalto
Y me encontré con tu cabello, negro y ensortijado
No supe desviar la mirada y me enredé en tu pelo
Con el construí una alfombra para pisar con mis ruedas ya gastadas.

Galopamos entre el rugir de motores
Sudamos, gritamos, giramos, viramos
Nos despedazamos, nos recompusimos
Odalisca en moto embalsamada

Cuando creí perder tu silueta
Y me bebí todo el asfalto alado
Me topé de nuevo con tu pelo
En forma de árbol enmascarado

Y las hojas cayeron en forma de pechos exaltados
Y me cubrieron de nuevo fundiendo mis frenos asustados
Y así uno tras otro ahogué los motores y caballos
Entre tus labios veloces y tu cuerpo vestido de cabellos
Negros, brillantes y adamascados.

domingo, 23 de enero de 2011

Un verano veloz



AUTORA: Letra Z
A partir de 8 años


Tiene esta historia un par de personajes
la niña triste y el loco de los trajes.

La niña triste soñaba junto al mar
con otros mundos, con irse a otro lugar.

El de los trajes era un aventurero,
algo golfo, simpático y motero.

Trabajaba en una tienda de disfraces
por eso le llamo el loco de los trajes.

La niña triste montaba en bicicleta
y el niño era muy rubio y gran atleta.

Los personajes se tienen que encontrar
¿calle, playa o puesto de un bazar?

¿Necesito que me hagas un favor?
dice la niña con algo de temor.

¿Podrías darme aire, todo el que puedas?
se han desinflado enteras las dos ruedas.

Pareces triste, dice el aventurero
sólo te falta un buen traje de cuero.

¿Y para qué? Yo sólo quiero aire.

Aire tendrás, ahora lo verás.

Y entonces saca como de la nada
su moto azul león metalizada.

La niña triste sonríe bajo el casco
¡Qué sensación de vida! ¡No es un chasco!

El sol, el aire, la velocidad
¡Esto sí es terapia de verdad!

De pronto en una curva sinuosa
niña y motero se olvidan de una cosa:

mientras conduces no se puede hablar
y eso es algo que no has de olvidar.

Han acabado los tres bajo un arbusto
llenos de hojas y pinchos, ¡vaya susto!

Ha pasado el verano en un latido
y todo esto ha tenido algún sentido.

Y cuando vuelve la melancolía
ambos recuerdan: lección de ortografía
bailes y vueltas y noches de alegría.

jueves, 13 de enero de 2011

EL VUELO DE UN GUSANO


AUTOR: letra B
Edad: 10 años

Esta historia comienza en un manzano
y va sobre la vida de un gusano
que se hizo millonario de repente
con su empresa de viaje en parapente.

Su nombre era Gustavo y de pequeño
tenía a diario el mismo sueño:
viajar por todo el mundo en libertad
manejando una moto de verdad.

Coleccionaba anuncios y revistas
sobre las motos y motociclistas.
Con paciencia se construyó una moto
y tejió un lindo traje de piloto.

Su madre a diario le decía:
“lo de la moto es una tontería”
Has construido ese cacharro en vano,
pues no podrá correr sobre el manzano.

Para aprender hizo falta un buen susto
pues tuvo un accidente en el arbusto.
Cayó al suelo, rompió contra las matas
la moto, el casco y treinta y cinco patas.

Estuvo varios meses de reposo,
con un dolor de patas espantoso,
pensando en qué podría inventar
para volver de nuevo a viajar.

¿Tendré que resignarme en esta vida
a una existencia plana y aburrida?
Yo quiero volver a sentir que vuelo
sin darme otro porrazo contra el suelo.

Así, entre pensamiento y pensamiento,
llegó una racha muy fuerte de viento
arrancando varias hojas sin piedad
que salieron volando por la ciudad.

Entonces Gus tuvo la inspiración
¡aún puedo vivir la sensación!
Podré volar por fin tranquilamente
si hago con las hojas parapentes.

Creó un sistema de cuerdas y nudos
que aseguró a la hoja concienzudo.
Recorrió todo su árbol anunciando:
¡Vengan a ver a un gusano volando!

Aunque así lo parezca, yo no miento:
fueron miles de insectos al evento.
Entonces Gus salió de entre la gente
y se tiró al vacío en parapente.

Voló con suavidad entre las ramas
con vítores, aplausos y proclamas.
¿Dónde hay que apuntarse para probar?
¡Nosotros también queremos volar!

En solo dos semanas ya tenía
una lista de espera de cien días.
Montar en moto ya no le divierte
porque ahora prefiere el parapente.